Tener tu propio alcoholímetro homologado por la DGT te permitirá saber a ciencia cierta si has consumido demasiado alcohol para conducir o no.
Recordemos que quien conduce en estado de ebriedad pone en peligro su propia vida, la de cualquier otra persona que haya en el auto, así como la de peatones con quienes pueda cruzarse e incluso de la de personas en otros autos.
Existen estándares legales, que varían según cada legislación, acerca de conducir bajo los efectos del alcohol y sus posibles consecuencias. Hay países donde conducir alcoholizado está totalmente prohibido sin importar qué tan bajo sea el nivel de concentración en sangre o en el aliento; en el caso de España la prohibición es según cierto grado de concentración y esto lo explicaremos, junto con otros datos importantes.
¿Qué es un alcoholímetro?
Es un dispositivo que mide el nivel de alcohol etílico en el cuerpo. Generalmente mide la concentración de esa sustancia en aire que espira la persona, el resultado sale instantáneamente.
Cuando un alcoholímetro está homologado por la DGT, cumple con los estándares legales establecidos en España, por lo que son confiables.
¿Qué nivel de concentración de alcohol es permitido en España?
El nivel de concentración alcohol que se permite depende dos factores, el primero es el tipo de conductor y el segundo es si está midiendo su concentración en el aire que espira la persona, es decir, su aliento o si se mide en su sangre.
De manera que los estándares que exige la ley española en este aspecto son:
Ciclistas: debido a que conducen un vehículo no motorizado, se le exigen exactamente los mismos límites que a un conductor general.
Conductores generales: en el aire que espiran la concentración máxima permitida es menos de 0,25 mg/l, mientras que en sangre es menos de 0,50 g/l.
Conductores novel: en aire espirado la se permite menos de 0,15 mg/l, en sangre es menos de 0,30 g/l.
Conductores profesionales: las exigencias son exactamente las mismas que para conductores novel.
Consecuencias legales de conducir en estado de ebriedad en España, según el nivel de concentración de alcohol detectado por el alcoholímetro
He de aclarar que esto incluye los casos donde se ha producido un accidente automovilístico mientras conducías ebrio o peor aún, cuando por esto has provocado la muerte de alguna persona, sea alguien en tu vehículo o en otro vehículo contra el cual chocaste o colisionaste o algún peatón al que atropellaste. Obviamente en esos casos las consecuencias son mayores.
La siguiente lista sólo abarca las consecuencias en caso de ser detenido por un oficial de policía y que con el alcoholímetro detecte que tu nivel de concentración de alcohol está por encima del nivel legal permitido.
Si la concentración excesiva va entre 0,25 mg/l hasta 0,50 mg/l: se aplica una multa de 500 euros y una pérdida de 4 puntos del carnet de conducir.
Por encima de 50 mg/l: multa de mil euros y pérdida de 6 puntos del carnet de conducir.
Más de 60 mg/l: Se puede aplicar desde una pérdida de la licencia de conducir durante un periodo de 1 a 4 años, de 30 a 90 días de trabajos comunitarios e incluso una pena de prisión de 3 a 6 meses, incluso pueden llegar a aplicarse todas estas sanciones.
Si el conductor se niega a hacerse la prueba del alcoholímetro las consecuencias pueden ser una pena de prisión de entre un mínimo de 6 meses hasta un máximo de un año y pérdida de la licencia de conducir durante un lapso de 1 a 4 años.
En definitiva, tener tu propio alcoholímetro homologado por la DGT y no conducir en caso de que el resultado al medir esté por encima de lo legalmente permitido es algo que puede ahorrar problemas y gasto innecesario de dinero.